Si miramos el gráfico, hay varios factores importantes que debemos tener en cuenta. El primero es que el activo está cotizando dentro de un canal alcista desde los mínimos de 2016. La última interacción con el canal fue en los máximos del pasado diciembre y desde entonces el precio había seguido una trayectoria totalmente plana hasta hoy. Evidentemente, esa tendencia se ha visto sacudida por un desplome considerable, cuyo origen no está perfectamente claro, pero podría tener que ver con estas noticias sobre el fracking. La caída está ahora alcanzando la zona de soporte de los 52 $-53 $ y del resultado de la interacción con este rango deberemos sacar conclusiones.
Paralelamente, un análisis de los rangos del RSI desvelaría un ataque a una zona muy delicada. Fases alcistas han respetado el rango marcado en azul, mientras que las caídas han terminado en dos rangos diferentes en función de la intensidad del movimiento. Si perdiésemos la sobreventa azul habría probabilidad importante de acabar en la naranja, lo que vendría provocado por una caída considerable del activo. Esto podría coincidir con una rotura del canal, lo que facilitaría el análisis de objetivos. Por ahora hay que esperar y vigilar de cerca el precio.