Donald Trump y Xi Jinping se ven las caras este sábado, ¿qué podemos esperar del encuentro?

• Las tensiones entre ambas partes son máximas tras dos meses de intercambio de acusaciones y amenazas.
• El mercado descarta que se alcance un acuerdo en materia comercial, pero sí espera que se sienten las bases para retomar las negociaciones.
• La prensa informa de que ambas partes trabajan ya en una tregua que podría evitar la imposición de más aranceles en los próximos meses.

Tras más de un año de guerra comercial y dos últimos meses de tensiones en aumento, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su homólogo chino, Xi Jinping, se verán las caras este sábado en Japón (a las 04:30 hora española), en el marco de la cumbre del G20 que se celebra estos días en Osaka.

Este encuentro se produce siete meses después de que ambos mandatarios se vieran las caras en la anterior reunión del Grupo de los 20 que tuvo lugar en Buenos Aires, Argentina, a finales de noviembre y a todo lo que aspira ahora el mercado es que esta nueva cita tenga un resultado muy parecido al que tuvo entonces.

Por aquellas fechas, al igual que ahora, Xi y Trump se veían las caras tras meses de acusaciones mutuas e intercambios de aranceles y otras medidas proteccionistas. La conversación entre los máximos mandatarios de las dos primeras economías del planeta transcurrió de forma amistosa y, como resultado, ambas partes acordaron un “alto el fuego” de 90 días en su particular guerra comercial con el objetivo de cerrar un acuerdo antes del 1 de marzo.

Tras un primer mes sin apenas movimiento visible, las negociaciones tomaron velocidad con el cambio de año y parecían conducirse por el buen camino para alcanzar el objetivo, e incluso se llegó a aplazar sine die la fecha del 1 de marzo ante la inminencia de un acuerdo.

La guerra comercial entre EE.UU. y China vuelve al punto de partido de hace siete meses

Sin embargo, cuando se encaraba la recta final, las conversaciones descarrilaron en medio de acusaciones mutuas de no querer cumplir con los compromisos adquiridos y volvieron los intercambios de reproches, amenazas y medias coercitivas, lo que sitúa de nuevo la situación en el punto de salida.

Así las cosas, el mercado espera ahora que, tras la fase de reproches y ataques, se pase a la de los dos presidentes intercambiando palabras amables y buenos propósitos, que permita llegar a la fase tres, que es la de una nueva tregua que fomente el diálogo y siente de nuevo a ambas partes a la mesa de negociación.

Para mostrar su buena disposición, en el encuentro de Buenos Aires, Estados Unidos se comprometió a no imponer nuevos aranceles, mientras que China retomó las compras de productos agrícolas estadounidenses (los agricultores son una de las principales fuentes de votos de Donald Trump). De anunciarse ahora alguna medida similar, todo parece indicar que las concesiones podrían ir por estos mismos derroteros.

El resultado del encuentro entre Trump y Xi podría ser muy similar al de noviembre en Argentina

Al menos esto es a lo que aspira el mercado, ya que un escenario más optimista (que se alcance un acuerdo) parece totalmente descartado, y uno más negativo (que no se alcanza un mínimo consenso para sentarse a negociar) supondría caídas inmediatas en las bolsas mundiales y un nuevo repunte de la aversión al riesgo en todos los mercados.

Aunque todo lo que tiene el mercado, por el momento, son los rumores y los volubles mensajes de Trump, el sentimiento general es que las cosas se encaminan a esa opción intermedia. En este sentido, el South China Morning Post apuntaba la pasada madrugada que dicha “tregua” estaría ya siendo perfilada por negociadores de ambas partes para que pueda ser escenificada este fin de semana.

China quiere que Estados Unidos quite aranceles y levante sanciones para volver a negociar

Por su parte, el Wall Street Journal añadía que, en dichas conversaciones previas para alcanzar un entendimiento que permita volver a las negociaciones, Pekín estaría tratando de que Washington acceda a eliminar todas las sanciones impuestas en los últimos meses, incluidos los aranceles, además de otras medidas como la prohibición a las empresas estadounidenses de proveer de tecnología a la teleco Huawei.

Por lo pronto, el propio Donald Trump ha negado esta misma madrugada, ya en suelo japonés, que se haya comprometido a nada por el momento con China, pero sí que ha prometido que su encuentro con Xi de mañana será productivo “como mínimo”.