El oro ha subido hoy miércoles hasta rondar los 4.170 dólares por onza, manteniéndose cerca de su nivel más alto en casi dos semanas, impulsado por unos datos económicos retrasados que han reforzado la expectativa de un recorte de tipos por parte de la Reserva Federal en diciembre. Las últimas referencias apuntan a una desaceleración del consumo, con unas ventas minoristas que apenas crecieron un 0,2 % en septiembre tras un avance más fuerte en agosto, lo que sugiere un gasto más contenido. Por otro lado, las cifras de precios al productor indican que las presiones inflacionistas se mantienen, en general, dentro de lo esperado. Esto coincide con los mensajes de varios miembros de la Fed que se han mostrado favorables a bajar tipos el próximo mes ante la debilidad del mercado laboral. Los futuros ya asignan más de un 80 % de probabilidad a un recorte de 25 puntos básicos, frente al 50 % de hace solo una semana.
El avance del metal, sin embargo, se ve limitado por la cierta distensión geopolítica, después de que responsables ucranianos hayan aceptado un plan para poner fin a la guerra con Rusia, reduciendo el apetito por activos refugio.
A nivel técnico, el oro cotiza en 4.172 dólares y mantiene una estructura alcista muy potente en el medio plazo, respaldada por un impulso vertical que comenzó a principios de 2024 y que llevó al precio a superar con claridad antiguos techos. Tras marcar un máximo reciente en la zona de 4.381 dólares, el mercado ha entrado en una fase de respiro natural después de varios meses de subidas casi sin interrupciones.
El primer soporte relevante está en torno a 4.000 dólares, zona donde confluyen las últimas velas de rechazo y el tramo que el precio está utilizando ahora como base del retroceso. Mientras se mantenga por encima de este nivel, la corrección encaja como una simple pausa dentro de una tendencia muy fuerte. Si ese soporte se pierde, el ajuste podría ampliarse hacia niveles más profundos, con un objetivo natural cerca de 3.880 dólares, donde comenzó el último impulso.
Por arriba, la resistencia clave es el máximo de 4.381 dólares, una vez parece que quiere romper el triángulo. Solo si el oro consigue estabilizarse por encima de 4170 dólares, se activaría un nuevo tramo alcista estructural. De momento, el precio sigue dentro de un retroceso ordenado.
En resumen: tendencia de fondo impecablemente alcista, corrección técnica después de un rally muy violento y soporte clave en 4.000 dólares que debe mantenerse para evitar una fase de ajuste más amplia.
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