Iberdrola refuerza caja y sube el dividendo

Redes reguladas, caja fuerte y pago al accionista

Iberdrola potencia el negocio de redes, genera más caja, mantiene la previsión de beneficio anual al alza y anuncia un dividendo a cuenta mayor sin cargar más deuda.

Iberdrola ha dado un mensaje muy claro al mercado: el negocio funciona, el dinero entra y el accionista cobra más. En un entorno en el que muchas eléctricas están apretadas por deuda y regulación, Iberdrola enseña números que generan confianza.

Primero, el beneficio ordinario (el que viene del negocio real, sin efectos puntuales) sube a doble dígito frente al año pasado. El resultado “limpio” mejora, aunque el dato contable total pueda parecer menos brillante porque en 2024 hubo ventas de activos que ya no se repiten. Esto es importante: el mercado ya no está premiando trucos puntuales, está premiando estabilidad.

Segundo, la caja. El flujo de caja operativo roza los 10.000 millones en nueve meses, y eso le permite a la compañía mantener el plan de inversión sin descontrolar el balance. La deuda neta baja, se mantiene en niveles manejables, y eso en una utility grande no es un detalle: es la diferencia entre tener libertad estratégica y estar atado a los bancos.

Tercero, la foto del negocio está cambiando. Iberdrola cada vez depende menos de “a cuánto se vende la luz hoy” y cada vez más de redes reguladas: distribución y transporte de electricidad en mercados como Reino Unido y Estados Unidos. Eso significa ingresos mucho más predecibles y márgenes más estables. Para el inversor, eso es oro, porque reduce la volatilidad del beneficio. Lo que se está construyendo aquí es una eléctrica con perfil de infraestructura regulada global.

Cuarto, la inversión. La compañía ha metido cerca de 9.000 millones en capex en nueve meses, centrado en redes y renovables en fase avanzada. No es inversión especulativa, es inversión con retorno pactado o muy visible. Ese tipo de crecimiento es el que permite decir al mercado: “voy a ganar más dentro de dos o tres años y sé de dónde va a venir”.

Quinto, la guía. Iberdrola mantiene la previsión de cerrar el año con un beneficio neto anual claramente por encima de los 6.000 millones. Está diciendo que seguirá creciendo incluso con los precios de la energía ya normalizados. Esto refuerza la idea de “crecimiento defensivo”: no hace falta un shock energético para que ganen dinero.

Y el punto que más entiende el mercado minorista: el dividendo. Iberdrola anuncia un pago a cuenta de unos 0,25 euros por acción, que supone aproximadamente un 8 % más que el anticipo equivalente del año anterior. Es decir, sube el pago hoy, no solo promete pagar más mañana. Ese equilibrio —invierto fuerte, bajo deuda relativa y te doy más dividendo— es exactamente lo que ha gustado y lo que explica la reacción positiva en bolsa tras los resultados.

En resumen: Iberdrola está vendiendo una historia muy sencilla de entender. Soy estable, sigo creciendo, controlo mi deuda y además te pago más.

Ventajas de invertir en opciones barrera

Invertir en opciones barrera sobre acciones de Iberdrola ofrece varias ventajas frente a la compra directa de futuros u otros derivados tradicionales. Primero, permiten operar con una exposición reducida gracias al apalancamiento, sin necesidad de inmovilizar grandes cantidades de capital. Segundo, el riesgo está controlado de antemano: el inversor conoce el nivel de barrera que, si se alcanza, cierra automáticamente la posición. Además, con las barreras de IG no se pagan comisiones de compra o venta, a diferencia de las acciones al contado o los futuros, lo que reduce los costes de operativa. Frente a otros derivados, las barreras ofrecen mayor transparencia en el riesgo y la inversión inicial. Son un producto flexible y eficiente para gestionar posiciones en acciones de Iberdrola.