El Bitcoin volvió a situarse en el centro de la atención del mercado tras caer cerca de los 96.000 dólares, su nivel más bajo en medio año. La corrección llega en un contexto de venta masiva de activos de riesgo, mientras los inversores ajustan sus expectativas sobre los próximos pasos de la Reserva Federal.
Durante semanas, el consenso del mercado apostaba por un recorte de tipos en diciembre, pero las declaraciones recientes de varios miembros de la Fed han enfriado esa idea. Las probabilidades de una bajada se reducen ahora a poco más del 50 %, frente al 95 % de hace un mes. Este cambio ha fortalecido al dólar y presionado tanto a las bolsas como al mercado de criptomonedas.
El tono prudente de los responsables de la Fed ha pesado sobre el apetito por el riesgo. Con la economía estadounidense aun mostrando resistencia y el empleo sólido, el banco central podría optar por mantener los tipos más altos durante más tiempo. Este escenario reduce el atractivo de los activos sin rendimiento, como el oro o el Bitcoin, que suelen beneficiarse de políticas monetarias más laxas.
El mercado interpreta este giro como una señal de que el ciclo de relajación monetaria no está tan cerca como se pensaba, y eso está drenando liquidez de los activos más especulativos.
Las acciones tecnológicas lideraron las caídas a nivel global. La elevada valoración del sector y la toma de beneficios tras meses de fuertes subidas han acentuado la corrección. La reapertura del gobierno estadounidense, lejos de calmar los ánimos, ha pasado desapercibida para los inversores, que siguen centrados en el coste del dinero y en las valoraciones exigentes de la IA.
El retroceso del Nasdaq arrastró a otras áreas de riesgo, incluidas las criptomonedas, donde el desapalancamiento ha alcanzado niveles récord desde octubre.
A la incertidumbre monetaria se suman posibles regulaciones en Japón dirigidas a las empresas de tesorería cripto. Los informes apuntan a nuevas exigencias de capital y supervisión, lo que incrementa la presión regulatoria global sobre el sector.
En conjunto, el sentimiento sigue dominado por la cautela: el Bitcoin no logra encontrar suelo estable y el mercado continúa digiriendo un entorno más restrictivo.
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