El comportamiento del precio de Bitcoin en las últimas 24 horas refleja un mercado que responde con fuerza a un entorno de liquidez más favorable. La activación de mecanismos de apoyo de la Reserva Federal, valorados en torno a 38.000 millones de dólares, ha devuelto confianza al riesgo y ha servido de catalizador para que BTC rebotase desde los mínimos de principios de diciembre. Este empuje ha coincidido con un cambio de tono en activos sensibles a la liquidez, que han encontrado un suelo más sólido sobre el que apoyarse.
La reacción del precio, consolidándose sobre los 93.000 dólares, no es casual. El mercado llevaba semanas digiriendo dudas sobre tipos, crecimiento y fortaleza del dólar. La sensación de que lo peor podría haberse descontado ha abierto paso a un escenario más constructivo para el corto plazo.
La ruptura de la zona clave situada en los 93.000 dólares ha sido otro elemento relevante. Las lecturas técnicas muestran que ese nivel actuaba como freno desde hace semanas, y su superación ha despertado el debate sobre si Bitcoin podría dirigirse hacia los 100.000 dólares si se mantienen flujos positivos y no aparecen ventas agresivas.
Sin embargo, parte del rebote parece haber estado reforzado por un cierre de cortos. Varios informes apuntan a un aumento de posiciones bajistas en derivados justo antes del repunte, lo que ha podido acelerar el movimiento al alza. El impulso es real, pero no exento de dudas sobre su solidez.
El comportamiento de las grandes carteras ha sumado un matiz importante. En las últimas 48 horas se han retirado más de 500 millones de dólares en BTC de exchanges, una señal que suele interpretarse como reducción de oferta inmediata. Sacar monedas de plataformas de trading y moverlas a almacenamiento sugiere intención de mantener, no de vender.
Aun así, las ballenas no están en modo comprador. El ritmo de acumulación se ha estabilizado y los wallets pequeños han sido quienes han liderado las compras en las caídas recientes. El mensaje es claro: las ballenas no presionan a la baja, pero tampoco lideran un nuevo tramo alcista.
Los flujos hacia ETFs spot en Estados Unidos muestran un cuadro mixto. Aunque hubo retiradas netas recientes, el producto de BlackRock sigue recibiendo entradas significativas, mientras otros vehículos pierden activos. Más que un giro bajista general, se observa una rotación hacia productos con mejores costes y mayor reputación.
A nivel global, los fondos especializados en cripto venían arrastrando semanas de salidas en noviembre. La tendencia está empezando a suavizarse, aunque aún no se aprecia una entrada institucional contundente.
Bitcoin sostiene niveles clave gracias a una mezcla de liquidez, resistencias superadas y menor oferta en exchanges. No es un movimiento vacío, pero tampoco un rally plenamente respaldado por ballenas o fondos. El entorno es atractivo para estrategias tácticas, con el foco en si los flujos hacia ETFs se fortalecen de manera sostenida.
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