Elecciones presidenciales en EE. UU.

El Congreso en detalle

Tan importante como quién gane la presidencia es quién toma el poder en el Congreso.

Si Trump se hubiera asegurado la permanencia pero hubiera tenido que enfrentarse a una mayoría en la Cámara de Representantes o en el Senado, eso hubiera supuesto una cortapisa a su mandato. Tal y como ocurrió con Obama, seguramente hubiera tenido que luchar para conseguir instaurar sus políticas más moderadas y dejar a un lado las más agresivas.

Todas las predicciones sugerían que los demócratas tomarían el Senado e incluso había quien creía que tomarían el Congreso al completo después de que los escándalos de Trump salieran a la luz. Todo apuntaba a un futuro más esperanzador para el Partido Demócrata.

Pero las predicciones se equivocaron.

Donald Trump consiguió la presidencia y los republicanos tomaron el control sobre la Cámara y el Senado, incluso consiguiendo escaños sobre la marcha. Esto significa que Trump tendrá más facilidades que su predecesor a la hora conseguir aprobación para su proyecto, lo cual podría añadir cierta incertidumbre a las bolsas si finalmente consigue llevar a cabo alguna de sus medidas más controvertidas.

Sin embargo, algunas de esas medidas también pueden encontrar un escollo en las restricciones presupuestarias. Del mismo modo, las propuestas que contravengan la convención republicana es probable que no sigan adelante, ya que el Partido Republicano está intentando mantener los principios que han venido siendo alterados por su candidato durante los últimos meses.

Con todo, algunas áreas que nunca han sido del agrado de los republicanos, como el Obamacare o la financiación de ciertos departamentos e iniciativas, podrán ser desmanteladas fácilmente. La determinación de Trump de reducir los impuestos internos de sociedades y de aplicar tarifas más amplias a las compañías que se hayan ido de Estados Unidos, también podría entrar en vigor más pronto que tarde, un movimiento que puede hacer que las acciones sufran.

Para los inversores, esto significa grandes cambios en la infraestructura económica de Estados Unidos y la volatilidad que implica. Del mismo modo, es probable que la FED tenga que reaccionar a medida que la hegemonía republicana avance, creando la necesidad de prestar la máxima atención a futuros anuncios de tipos de interés y ajustes en las políticas.

Pero la posibilidad de un escenario político más estable puede no ser suficiente para contentar a los principales índices y al dólar. Acabe o no el Congreso subiéndose a bordo de las políticas de comercio y tributación más estrictas propuestas por Trump, la mera posibilidad de que se lleven a cabo podría ser suficiente para mantener la confusión en los mercados durante un largo tiempo.