Oro casi en máximos históricos: claves de la subida para septiembre

Perspectivas para el oro: ¿nuevos máximos en el horizonte?

El oro se dispara a máximos históricos en medio de la incertidumbre económica

El precio del oro superó esta semana los 3.470 dólares por onza , rozando niveles récord en un contexto de elevada volatilidad macroeconómica y política. Los inversores han vuelto a apostar de forma masiva por el metal precioso, impulsados ​​por la combinación de un dólar debilitado, expectativas de recortes de tipos en Estados Unidos y un entorno internacional cargado de tensiones.

Uno de los catalizadores más relevantes ha sido la creciente probabilidad de que la Reserva Federal opte por una rebaja de 25 puntos básicos en su reunión de septiembre. Actualmente, los mercados descuentan con un 87% de probabilidad de que la Fed dé este paso, lo que resta atractivo a los activos de renta fija y, en paralelo, eleva la demanda de oro , un activo que no ofrece rentabilidad pero sí refugio. La presidenta de la Fed de San Francisco, Mary Daly , reiteró en los últimos días su respaldo a una política monetaria más acomodaticia, reforzando el sentimiento alcista en torno al metal.

A este factor se suma el debilitamiento del dólar estadounidense , que abarata la compra de oro en otras divisas y amplifica la demanda internacional. Los recientes fallos judiciales en torno a los aranceles impuestos por Donald Trump también contribuyeron a presionar a la baja a la divisa, después de que un tribunal federal declarara que estas medidas se adoptaron de forma ilegal bajo una ley de emergencia. Aunque los aranceles se mantendrán al menos hasta mediados de octubre, la noticia planteó dudas sobre la solidez de la estrategia comercial de la administración, incentivando la búsqueda de activos refugio como el oro.

La incertidumbre política añade más leña al fuego. El proceso abierto tras el despido de Lisa Cook , gobernadora de la Fed, ha generado ruido adicional en los mercados, y la ausencia de un fallo inmediato en el tribunal mantiene la tensión. En paralelo, los inversores esperan los próximos datos de empleo en Estados Unidos, que serán determinantes para calibrar la magnitud de la posible flexibilización monetaria.

En este escenario, el oro ha vuelto a consolidarse como el activo de referencia en momentos de turbulencia. A pesar de que el consumo estadounidense se mantiene robusto y la inflación se ha moderado, la percepción de riesgo global está en aumento. Geopolítica, política monetaria y debilitamiento del dólar convergen en un mismo punto: un interés renovado por el metal precioso.

En conclusión, el rally del oro responde a tres pilares claros: el inminente recorte de tasas por parte de la Fed, la debilidad del dólar y el incremento de la aversión al riesgo. Si estas condiciones se mantienen, no sería descartable que el oro siga escalando posiciones y marque nuevos máximos históricos en los próximos meses.