¿Está el SP 500 caro o aún tiene recorrido?

En los mercados, lo fácil es dejarse llevar por titulares, opiniones o sensaciones. Pero si queremos invertir con criterio, hay que mirar los datos. Y eso es justo lo que vamos a hacer: valorar si el mercado estadounidense está caro, si las recompras de acciones sostienen los precios y qué suele ocurrir tras un trimestre alcista como el que acabamos de vivir.

Empecemos por la primera gran pregunta: ¿está el mercado caro?

Si miramos el PER a 12 meses del S&P 500, el dato es claro: 22,9 veces beneficios, según Goldman Sachs. Está muy por encima de su media histórica. No se puede maquillar. Está caro. ¿Eso significa que va a caer? No necesariamente. Pero exige que las empresas sigan creciendo a buen ritmo para justificar esas valoraciones. En cambio, Europa, Japón, Reino Unido o los mercados emergentes cotizan con múltiplos mucho más bajos. Ahí el margen de mejora es mayor y las expectativas están menos tensionadas. Esto abre la puerta a una rotación geográfica del capital: desde lo caro hacia lo barato. Y eso ya lo hemos visto otras veces.

Segundo punto: las recompras.

Las empresas del S&P 500 están recomprando acciones a un ritmo récord en 2025. ¿Por qué esto importa? Porque cuando una empresa recompra sus propias acciones, está diciendo: “Confío en mi valor”. Además, reduce el número de acciones en circulación, lo que eleva automáticamente el beneficio por acción. En otras palabras, da soporte a las cotizaciones. Pero hay que tener claro algo: las recompras no salvan al mercado si los resultados empiezan a decepcionar. Son gasolina extra cuando todo va bien, pero no un salvavidas.

Tercer punto: ¿qué pasa históricamente después de un trimestre muy alcista?

Cuando el S&P 500 sube más de un 10% en un trimestre, el dato histórico muestra que el siguiente trimestre también suele ser positivo. De media, el rendimiento adicional es del 4,7%. Y si miramos a 12 meses vista, supera el 10%. En el 85% de los casos, el mercado sigue subiendo. Así que lejos de anticipar caídas, muchas veces las grandes subidas son el inicio de tramos alcistas más largos.

¿Entonces qué hacemos con todo esto?

Sí, el mercado está en niveles exigentes.
Sí, las recompras están empujando.
Y sí, la estadística histórica favorece a los alcistas.

Pero no vale dormirse. Este no es momento de indexarse y olvidarse. Es momento de gestión activa, de rotación inteligente hacia zonas más baratas y de seguimiento riguroso de los beneficios empresariales. Porque si esos beneficios no acompañan, el ajuste puede ser rápido.

El mercado no está barato. Pero tampoco está acabado. Aquí es donde se separan los inversores con criterio del rebaño. No se trata de tener miedo. Se trata de saber dónde estás y actuar con inteligencia.