El panorama bursátil estadounidense se encuentra tensionado frente a dos fuerzas que parecen moverse en direcciones distintas: por un lado, JPMorgan (JPM) en plena ofensiva para consolidar su rentabilidad; por otro, Microsoft (MSFT) enfrentando una tormenta legal que amenaza su liderazgo en inteligencia artificial.
En el caso de JPMorgan, la estrategia es agresiva: elevar su guía de ingresos por intereses netos para 2025 a 95,5 mil millones de dólares, manteniendo su pulso en un entorno de tasas reducidas y presión sobre márgenes. La expectativa es que en el tercer trimestre tenga un crecimiento interanual del 2,7 % en este rubro, a la vez que regrese al crecimiento en utilidades por acción (EPS). Los inversores estarán muy pendientes del comportamiento del margen bancario, la tasa de morosidad y la demanda crediticia.
Lo que hace aún más potente la apuesta de JPM es su diversificación: no depende exclusivamente del negocio de préstamos, sino que los ingresos por banca de inversión, mercados y trading han sido palancas esenciales de su desempeño reciente. Esa combinación coloca a JPMorgan (JPM) en una posición de ventaja entre los grandes bancos si logra conservar estabilidad en sus márgenes.
Sin embargo, en el otro extremo del tablero, Microsoft —gigante tecnológico— se halla envuelta en una demanda colectiva que podría redefinir los límites del negocio IA. La acusación principal es severa: Microsoft habría limitado el acceso de OpenAI a recursos computacionales, obligándolo a depender de Azure, elevando los costos de herramientas como ChatGPT para los usuarios finales. Si el reclamo prospera, el golpe legal podría tener implicaciones significativas, no solo en costos, sino en la estructura de sus contratos y operaciones de nube/IA.
Para los inversores, la clave será controlar bien estos dos frentes. Con JPMorgan (JPM), el foco estará en que sus márgenes resistan ante cortes de tasas. Con Microsoft (MSFT), habrá que observar cómo evoluciona el litigio y si surgen efectos contagio en el sector de la nube y la inteligencia artificial.
A fin de cuentas, estamos ante dos narrativas que podrían converger en un test decisivo: el sector financiero confirmando su fortaleza estructural, y el tecnológico enfrentando límites regulatorios sobre su expansión ofensiva. Y tú, inversionista, debes estar con los ojos bien abiertos: sin perder de vista esos nombres clave —JPMorgan (JPM) y Microsoft (MSFT)—, porque de cómo se desarrolle esta partida dependerán rotaciones, oportunidades y riesgos en cartera.
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