La crisis de deuda en la zona euro
El EUR/USD se había recuperado parcialmente de los efectos de la recesión de 2008 a finales de 2009, es decir, hasta que se reveló que Grecia había estado utilizando técnicas de contabilidad creativa para esconder sus niveles reales de deuda, y eludiendo así las estrictas normas impuestas por el Pacto de Estabilidad y Crecimiento de la UE.
De hecho, Portugal, Irlanda, Italia, Grecia y España (PIIGS) tenían sobreapalancamiento, como resultado de la crisis financiera o, en algunos casos, de una pobre política fiscal. Esto socavó la confianza en la eurozona y los inversores comenzaron a vender sus bonos en los países afectados para invertir en divisas de otros lugares. En consecuencia, el EUR/USD cayó a 1.20 el 5 de junio de 2010.
El Banco Central Europeo (BCE) no fue capaz de responder rápido porque sabían que cualquier acción que tomaran afectaría a toda la eurozona. Además, también había poco entusiasmo en torno a la idea de que los países más prósperos vieran crecer sus propios niveles de deuda (o tasas impositivas) para financiar los rescates.
Varios organismos internacionales, como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el BCE, gastaron más de 544 billones de euros en los años posteriores a 2009 para lidiar con la crisis de deuda. Para ello se necesitó que ciertos países aceptaran estrictas medidas de austeridad que terminaron por obstaculizar el crecimiento económico en Grecia, Italia o España.
Estas medidas ayudaron a mejorar la situación de la zona euro pero la frágil confianza del inversor afectó al EUR/USD. Entre 2009 y 2014, el par experimentó grandes movimientos de precio en respuesta a noticias políticas y económicas, como los ajustes de tipos de interés a ambos lados del Atlántico, la inestabilidad política en Grecia y los temores en torno a Ucrania.